martes, 23 de julio de 2013

La restauración del Cristo de la Vera Cruz o Cristo Yacente de Fuentesaúco (Zamora).

Stmo. Cristo  Yacente o de la Vera Cruz, tras su intervención.

El pasado viernes, día 19, se presentó en Fuentesaúco la restauración de la imagen de Jesús Yacente que ha llevado a cabo Jaime Mateos Capel, Restaurador de Bienes Culturales, bajo las directrices de la Delegación de Patrimonio y Cultura y el Taller Diocesano de Restauración del obispado de Zamora.

Cristo Yacente, Semana Santa 2011
La imagen es una obra anónima de la cual se conocen pocos datos sobre su autoría y datación, si bien todo apunta a que pudo ser realizada a finales del siglo XVII por algún autor del círculo salmantino de escultores barrocos, siendo muy posiblemente la obra Cristo Nuestro Bien, de la Cofradía de la Vera Cruz de Salamanca, la fuente de inspiración para su realización. Se trata de una imagen de talla completa realizada en madera, presenta a Cristo Muerto con todas las heridas y laceraciones de la Pasión. Los brazos son articulados para poder celebrar la representación del descendimiento de Cristo, acto que fue prohibido en 1827 (más información sobrela talla).

La cofradía del Santo Entierro (heredera de la antigua cofradía de la Vera Cruz), de la que el Cristo Yacente es la imagen titular, llevaba varios años promoviendo la restauración de la imagen debido a la existencia de diferentes problemas de conservación. En términos generales la obra se encontraba en buen estado, especialmente al no haberse visto alterados sus elementos originales, no obstante el paso del tiempo y el uso de la obra habían ido distorsionando los valores originales de la obras.

Los deterioros más relevantes que presentaba eran:

- Suciedad acumulada en el conjunto de la obra que distorsionaba la calidad y detalles de la policromía.
- Presencia de varias grietas, especialmente una que recorría todo el abdomen y otra en la zona de los hombros.
-La badana de piel que cubría las articulaciones de los hombros se encontraba rota y muy deteriorada.
-  Los dedos de los pies presentaban numerosas pérdidas de volumen debido al rozamiento con la urna. En las manos, uno de los dedos se encontraba seccionado y se había vuelto a unir con pegamento.
-  Numerosos desconchones y pérdidas de color por el rozamiento y la acción humana.
-Presencia de pequeños repintes y zonas con barnices oxidados.




La intervención, que se presentará oficialmente en el mes de agosto, ha consistido en una limpieza general de la policromía original, reintegración volumétrica de las falanges de los pies, sellado de grietas, reintegración cromática de las lagunas y pérdidas de policromía original, reparación de la articulación de los brazos y aplicación de una nueva badana en piel natural, policromada siguiendo la tonalidad y las marcas de sangre de las partes conservadas de los elementos conservados, y por último la aplicación de la capa de barniz para proteger la obra.



Izquierda: antes de la restauración. Derecha: resultado de la intervención

Tras la retirada del barniz y la limpieza de la suciedad acumulada se observa una policromía mucho más pálida en la que cobra un mayor peso el tratamiento anatómico y la presencia de numerosos detalles en la encarnadura para reflejar las marcas de la flagelación, las heridas y el comienzo del rigor mortis en las manos y los dedos de los pies. Con esta intervención la imagen ha recuperado su pleno significado, mostrando una imagen clásica en las formas, tratamiento del paño de pureza o la anatomía, y de una mayor expresividad barroca en el tratamiento de la policromía, debido posiblemente a la práctica común de las labores de la escultura y la policromía no recayesen en la misma persona.


Izquierda: antes de la restauración. Derecha: resultado de la intervención

La imagen se encuentra ya en el Santo Sepulcro en la Ermita de los Dolores, donde se mantendrá expuesta a la veneración de los fieles.

Más fotografías del resultado:






Javier Prieto.

miércoles, 17 de julio de 2013

¿La Virgen del Carmen de Fuentes del Ropel obra de Ramón Álvarez?

Virgen del Carmen, Fuentes del Ropel

El blog Patrimonio popular de Emiliano Pérez Mencía recoge hoy una serie de imágenes de la Virgen del Carmen de distintos lugares de la provincia de Zamora, entre las que se incluye la de la localidad de Fuentes del Ropel en la que se aprecian numerosos grafismos del imaginero Ramón Álvarez (1825-1889).

Virgen del Rosario 1888, Alfaraz de Sayago.
Principalmente el rostro, la Virgen del Carmen sigue los cánones de las últimas imágenes marianas de Ramón Álvarez inspiradas en el rostro de su segunda esposa Ramona Feltrero (inmortalizada por su marido en un busto que conserva el Museo Provincial de Zamora). Tallas como la Virgen Peregrina, la Virgen del Yermo, la Virgen del Carmen de Benavente o la cabeza de la Virgen del Rosario de Alfaraz de Sayago repiten el mismo patrón, acercándose a  una producción casi seriada de sus imágenes marianas.. Rostros candorosos con las mejillas sonrosadas, ojos almendrados, amplia frente y el cabello peinado con raya al medio mientras los mechones ondulados enmarcan la cara.

En la talla de Fuentes del Ropel se aprecian además otros elementos comunes en la producción de Ramón Álvarez, como las formas del busto y la estrecha cintura comunes a los tratamientos de sus imágenes de candelero. Igualmente el recurso de las sandalias para calzar a la imagen es una de los rasgos más comunes a la obra del imaginero.

La figura del Niño Jesús también parece atribuible a Ramón Álvarez cercano en las formas y tratamientos a otras versiones del divino infante del mismo autor, si bien parece advertirse un repinte completo de la figura que desdibuja en parte sus rasgos originales.